En mayo de 2022 este centro cumplió el cincuenta aniversario de su inauguración. Hoy contamos con la colaboración extraordinaria de Isidoro Curiel, Gerente del PPO en los años en que se construyó y puso en marcha este centro. Con su relato, podemos entender la trayectoria de un sistema de formación que ha evolucionado hasta lo que es actualmente, pero que sin duda, en este centro y en otros con una trayectoria similar, las distintas generaciones de monitores, formadores y docentes han ido transfiriendo su talento sobre la forma de hacer formación.
Los inicios de un centro de formación.
Ayer Centro de formación ocupacional, hoy Centro de formación para el empleo y Centro de Referencia Nacional.
Por Isidoro Curiel
Publicado el 15/12/2023
El Programa de Promoción Profesional Obrera, PPO
En el año 1964, dentro de los Planes de Desarrollo, se creó el Programa de Promoción Profesional Obrera PPO. Su filosofía y modo de funcionamiento perseguía la formación profesional acelerada de adultos mediante cursos intensivos en muy diversas especialidades en todas las ramas de trabajo existentes: Agricultura, Construcción, Industria y Servicios.
Su metodología, bastante novedosa entonces, se basaba en una enseñanza eminentemente práctica, apoyada en unos conocimientos tecnológicos entrelazados con la misma, con ratios de unos 10 alumnos por monitor (así se denominaron los profesores) para conseguir una enseñanza muy personalizada y con apoyo de medios entonces poco frecuentes como proyectores de opacos (retroproyectores), transparencias, etc. y la utilización de medios materiales abundantes y actualizados.
Una característica específica de los cursos era la movilidad en las distintas localidades donde se consideraba necesario en función de las oportunidades de trabajo y la demanda de asistentes. Los cursos eran gratuitos y los alumnos no percibían ninguna compensación económica. Habitualmente se impartían en horario vespertino y nocturno.
Poco tiempo después el PPO estaba extendido en toda España.
En cada provincia había un número importante de equipos, y su dirección, coordinación y gestión económica estaba encomendada a Gerencias Provinciales, en las que un número variable de Instructores (titulados en distintas especialidades académicas) se encargaba de la prospección de necesidades, programación y supervisión de un número de cursos que generalmente era de 7 por cada Instructor.
El Gerente era otro Instructor que tenía la responsabilidad de coordinar a los otros Instructores y los aspectos económico-administrativos, representación en organismos oficiales y empresas, etc.
Esta introducción es precisa para entender el futuro nacimiento y funcionamiento de lo que entonces se denominó “Centro Fijo”.
Un Centro Fijo.
Hacia el año 1970 había en Valladolid del orden de 25 equipos PPO, que en el caso de Cursos agrícolas, ganaderos y forestales se desarrollaban en localidades rurales de la provincia, en locales cedidos por Ayuntamientos y particulares, realizando las prácticas en parcelas y establos del propio término municipal.
Los cursos de Construcción, Industria y Servicios generalmente se celebraban en localidades “Cabeceras de Comarca” con objeto de dar servicio a las mismas y facilitar el acceso a ellos de alumnos de municipios cercanos.
Se lograron instalaciones semifijas y con aceptable habitabilidad en casi todas las localidades importantes de la provincia en las cuales iban rotando las distintas especialidades. Pero las circunstancias de la capital eran diferentes. En efecto, era evidente que existía mucha demanda de cursos y grandes dificultades para encontrar locales adecuados (gratuitos) en una ciudad que crecía aceleradamente.
Valladolid fue “Gerencia Piloto” en varias ocasiones y circunstancias tanto por sus características (ciudad ni muy grande ni pequeña) como por su relativa cercanía a Madrid, lo cual facilitaba la evaluación de resultados por parte de la Gerencia Nacional. Aquí se ensayaron diversas soluciones de gestión no sólo en el PPO, sino posteriormente en la asunción de las Oficinas de Empleo, que desembocaría más adelante en la creación primero del SEAF-PPO y luego INEM.
Así pues, se llegó a la conclusión de que era necesario disponer de unas instalaciones permanentes y con capacidad polivalente en los que impartir Cursos de manera rotativa según especialidades. Así entre 1971 y 1972 se construyó la primera Fase del Centro Fijo. El funcionamiento del mismo inicialmente fue igual al del resto de cursos. Un Instructor coordinaba los mismos y la Gerencia Provincial trasladó sus dependencias al Centro.
La dirección del Centro Fijo se desvincula de los cursos impartidos por otras entidades.
Pero la concentración de actividades (diversas y repetitivas) en un solo punto necesitó pronto un apoyo específico, con su correspondiente dotación económica y de personal auxiliar (administrativo, auxiliar, conserjes, etc.) y el nombramiento del Instructor encargado como Director del Centro.
La Gerencia Provincial trasladó sus dependencias fuera del mismo y concentró sus esfuerzos en coordinar los cursos de la provincia, los de los diversos Centros colaboradores subvencionados por el Patronato de Protección al Trabajo PPT y los numerosos cursos que se impartían en el Ejercito por parte de sus especialistas utilizando los talleres existentes en los distintos cuarteles (Promoción Profesional en el Ejército) PPE.
Desde ese momento las especialidades del Centro fueron rotando por la provincia y recibiendo desde la misma otras en un sistema que podríamos denominar de “rueda” o “estrella”.
Posteriormente la asunción por la Gerencia provincial de las Oficinas de empleo de los antiguos Sindicatos con la carga de trabajo correspondiente contribuyó a acentuar una cierta independencia del Centro Fijo respecto a la Gerencia Provincial, con la que se coordinaba especialmente por medio de las programaciones anuales de cursos impulsadas por el correspondiente Coordinador de Zona (de carácter regional).
Considerando la existencia en Valladolid de una potente industria automotriz (FASA, SAVA, Michelín), el rápido crecimiento del parque de automóviles y la proliferación de talleres de reparación y mantenimiento, desde el principio se impartieron cursos de chapa, pintura, mecánica y electricidad del automóvil que, debido a la demanda existente, se reiteraron y terminaron convirtiéndose en un factor diferencial del Centro, que llegó a especializarse en esa faceta, sin perjuicio de continuar impartiendo otras especialidades.
Portada de El Norte de Castilla con referencias a la inauguración del centro.
Foto cedida por El Norte de Castilla
Información del El Norte de Castilla sobre la inauguración del centro el 20 de mayo de 1972.
Cortesía de El Norte de Castilla.
El enfoque al puesto de trabajo.
La metodología de la Formación Ocupacional, fue desarrollada e implantada para lograr una formación intensiva en su contenido y breve en el tiempo, se distinguió de la Formación Profesional convencional, entre otros aspectos, por su enfoque al puesto de trabajo .
Taller de soldadura durante una exposición
Para ello se realiza un examen exhaustivo del mismo , desmenuzando el contenido en las tareas y movimientos más elementales, construyendo sobre esa base el “cuaderno” de enseñanzas prácticas y teóricas precisas. El resultado organiza la teoría (menos del 20% del total del Curso) que se imparte y entrelaza constantemente con la práctica bajo la denominación de “tecnología”, logrando así una enseñanza de fácil comprensión y notable éxito en la inserción laboral , como atestigua la experiencia.
Isidoro Curiel.
Gerente del PPO en los años en que se construyó y puso en marcha este centro.